Conocimiento
de sí mismo: Implica reconocer
nuestro ser, carácter, fortalezas, debilidades, gustos y disgustos. Desarrollar
un mayor conocimiento personal nos facilita reconocer los momentos de
preocupación o tensión. A menudo, este conocimiento es un requisito de la
comunicación efectiva, las relaciones interpersonales y la capacidad para
desarrollar empatía hacia los demás.
Empatía: Es la capacidad de “ponerse en los zapatos del otro” e
imaginar cómo es la vida para esa persona, incluso en situaciones con las que
no estamos familiarizados.
La empatía nos ayuda a aceptar a las personas diferentes
a nosotros y mejora nuestras interacciones sociales. También nos ayuda a
fomentar comportamientos solidarios y de apoyo hacia las personas que necesitan
cuidados, asistencia o aceptación, como los enfermos de Sida, las personas con
trastornos mentales o los desplazados por el conflicto interno, quienes con
frecuencia son víctimas del estigma y ostracismo social.
Comunicación
efectiva Tiene que ver con la
capacidad de expresarse, tanto verbal como proverbialmente, en forma apropiada
a la cultura y las situaciones. Un comportamiento asertivo implica un conjunto
de pensamientos, sentimientos y acciones que ayudan a un niño o un adolescente
a alcanzar sus objetivos personales de forma socialmente aceptable. La
comunicación efectiva también se relaciona con nuestra capacidad de pedir
consejo o ayuda en momentos de necesidad.
Relaciones
interpersonales Esta destreza nos
ayuda a relacionarnos en forma positiva con las personas con quienes interactuamos,
a tener la habilidad necesaria para iniciar y mantener relaciones amistosas que
son importantes para nuestro bienestar mental y social, a conservar buenas
relaciones con los miembros de la familia —una fuente importante de apoyo
social—, y a ser capaces de terminar relaciones de manera constructiva.
Toma de
decisiones Nos facilita manejar
constructivamente las decisiones respecto a nuestras vidas y la de los demás.
Esto puede tener consecuencias para la salud y el bienestar, si los niños y jóvenes
toman decisiones en forma activa acerca de sus estilos de vida, evaluando
opciones y las consecuencias que éstas podrían tener.
Solución
de problemas Nos permite enfrentar
de forma constructiva los problemas en la vida. Los conflictos problemas importantes que no se
resuelven pueden convertirse en una fuente de malestar físico (trastornos
psicosomáticos) y mental (ansiedad y depresión), y de problemas psicosociales
adicionales (alcoholismo, consumo de sustancias psicoactivas). Otro aspecto de
esta habilidad se relaciona con la solución de conflictos, orientada a la
educación de niños, niñas y jóvenes en formas constructivas, creativas y
pacíficas de resolver los pequeños y grandes conflictos cotidianos, como una
forma de promover una cultura de la paz.
Pensamiento
creativo Consiste en la
utilización de los procesos básicos de pensamiento para desarrollar o inventar
ideas o productos novedosos, estéticos, o constructivos, relacionados con
preceptos y conceptos, con énfasis en los aspectos del pensamiento que tienen
que ver con la iniciativa y la razón. Contribuye en la toma de decisiones y en
la solución de problemas, lo cual nos permite explorar las alternativas
disponibles y las diferentes consecuencias de nuestras acciones u omisiones.
Nos ayuda a ver más allá de nuestra experiencia directa, y aún cuando no exista
un problema, o no se haya tomado una decisión, el pensamiento creativo nos
ayuda a responder de manera adaptativa y flexible a las situaciones que se
presentan en la vida cotidiana.
Pensamiento
crítico Es la habilidad de
analizar información y experiencias de manera objetiva. El pensamiento crítico
contribuye a la salud y al desarrollo personal y social, al ayudarnos a
reconocer y evaluar los factores que influyen en: nuestras actitudes y
comportamientos y los de los demás; la violencia; la injusticia y la falta de
equidad social. La persona crítica hace preguntas y no acepta las cosas en
forma crédula sin un análisis cuidadoso en términos de evidencia, razones y
suposiciones.
El niño o el adolescente crítico aprenden a hacer una
lectura más personal y objetiva de la publicidad y la enorme avalancha de
información transmitida a través de los medios masivos de comunicación.
Manejo
de sentimientos Nos ayuda a
reconocer nuestros sentimientos y emociones y los de los demás, y emociones a
ser conscientes de cómo influyen en nuestro comportamiento social, y a
responder a ellos en forma apropiada.
Manejo
de las tensiones Nos facilita:
reconocer las fuentes de estrés y sus efectos en nuestras vidas; y el estrés
desarrollar una mayor capacidad para responder a ellas y controlar el nivel de
estrés; realizar acciones que reduzcan las fuentes de estrés, por ejemplo,
haciendo cambios en nuestro entorno físico o en nuestro estilo de vida, y;
aprender a relajarnos de tal manera que las tensiones creadas por el estrés
inevitable no nos generen problemas de salud.
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